Anécdota de "la Hidro" antes de partir

Mucho tiempo pasará antes de que vuelva a escalar en piedra mexicana. Con nostalgia escribo este relato en el que cuento una historia de un simple día de escalada en un día soleado con mis amigos.

Se que tengo ganas de ir a escalar y que tengo el tiempo de hacerlo pues mi día de partida se aproxima. ¿Quién podrá venir en miércoles y temprano ? Se que muchos de mis amigos los escaladores trabajan o estudian y pero también hay otros que tienen un poco más de tiempo libre. Voy a mandarles un Wazzap a ver quién quiere. No pasó ni media hora y ya se armó el plan : mañana miércoles se arma con Raúl y Ray ; ellos no se conocen pero ya los presento mañana que al cabo el interés es común.

Amanece siendo un día prometedor y antes de llegar a « La Hidro » paso por Ray y con el viene por default su perro Chewie y por último vamos por Raúl. Curiosamente Ray nos cuenta que el también se va del país en busca de trabajo en nuestro vecino del sur, Brasil. ¡Qué oportuno ! Justo se avecina el mundial…

Obligación es pararse en los tacos de la avenida de la Plaza San Isidro, que el cuerpo con panza vacía no va a ningún lado.

Pudimos reconocer que nos acercábamos a « la Hidro » por el maravilloso paisaje de la Barranca que se muestra en el camino pero también gracias al pronunciado olor de la planta de tratamiento (PTAR) que dio al nombre a este sitio de escalada.

Primero subió Ray y después se lanzó Raúl en la ruta de Mercurio Líquido, mientras yo me trepé y me encadené a unas cadenas para tomar fotos de altura (literalmente). Me gusta estar allí mirando hacia abajo y luego hacia el cañón, me quedo pensando en la fragilidad de todo a mi alrededor, un simple descuido y podría caer, pero la foto allí quedaría. Ah sí, la foto !! Ya la tomo ! Hay momentos en los que me voy, mi mente se queda en otro lado y olvido el motivo de porque estoy allí arriba. Ya está, ya les tomé las fotos pues, para que luego no digan.

Y aunque me haga la gallina pues yo también quiero ir a subir la ruta. No es difícil pero me cuesta trabajo.

Ya abajo hay otras cosas que llaman mi atención, como el pajarillo ese que está haciendo música ; y es aquí que encuentro el pretexto de sacar mis binoculares. Canijo ! No lo encuentro ! Sigan escalando yo acá me entretengo buscando a el mentado pájaro !... ¿Quiéren una manzana ?

Bueno ahora me toca otra vez, no lo haré tan bien como Ray y Raúl, pero bueno yo solo quiero subir y divertirme, aprovechar de mis últimos días, aprovecharlos en los lugares que me gustan. Mientras subo y me aseguran, allá abajo las anécdotas no paran, la escalada crea vínculos.

Y así es esto…. Estas son mis memorias de un día escalando : son momentos de convivencia, de aferración, de asombro ante lo que cada día descubrimos de todos y de nosotros mismos.    

En el sitio de Jalisco Vertical pueden encontrar más información sobre la Hidro así como las rutas disponibles.