Glaciar Jakobshavn al ladito de Ilulissat =)

23 mai 2014

Glaciar Jakobshavn al ladito de Ilulissat =)

Después de las 2 largas semanas de rodaje para la película de Under The Pole llegamos a Illulisat. Y digo largas a pesar de que la palabra semana define una cierta cantidad de tiempo porque entre la paulatina aproximación del sol de media noche y la acumulada carga de trabajo el tiempo empieza a ser, como dicen varios « relativo » ; el caso es que estas dos semanas fueron más largas que las pasadas, lo que me pone a pensar que en mi agenda ambas tienen el mismo asignadas el mismo número de hojas y que de un lado me sobra pa’ escribir y del otro me falta. Afortunadamente mi reloj logra atrapar estos sutiles cambios y su cuerda se adapta a la rutina de expedición.

« Lugar de Icebergs » es el significado de Illulisat en Inuit y de esto nos pudimos dar cuenta incluso días antes de llegar. Protuberancias de hielo flotan en el mar a lo largo de la navegación. Escójale, escójale, que hay para todos los gustos : grandes, rasposos, opacos, moteados, chiquitos, con picos, con forma de perro, brillosos, lisos, esponjosos ; en fin estamos en la ciudad de los icebergs. Illuisat es una ciudad conocida, por sus icebergs claro, pero además por que un poco al sur de esta ciudad se encuentra el glaciar más grande del hemisferio norte, Jakobshavn, el cual libera cada año enormes cantidades de icebergs al océano y se mueve a 35metros cada día. Así es, llegamos ya al lugar del patrimonio mundial de la UNESCO, el glaciar de Jakobshavn.

A las 3 de la mañana aventamos los amarres en el puerto. El gallo canta en el barco a las 7.50 para a las 8 desayunar, sin embargo, el desayuno se cambió para las 7am para poder despedir a Jean Gabriel y Guillaume que tenían que tomar el taxi para llegar a tiempo al aeropuerto. Me levanté a las 6.40 para hacer el café y con la intención de despertar a todos pero alguien ya había hecho mi trabajo porque en la mesa ya estaban algunas tazas y la prensa de café. En mi camino al baño me encuentro a Jean Gabriel que me dice que el barco estuvo a punto de ser aplastado por el barco pesquero (4 veces más grande) que se dirigía hacia nosotros, al parecer, estábamos estacionados en su lugar… Noté que J.G. estaba un poco estresado cuando me dijo que prefería que no despertara a nadie para despedirse de él. Todo su material de rodaje estaba en la mesa y le quedaban 20 minutos para guardar todo, desayunar y bañarse. La mitad del equipo estaba afuera y la otra mitad dormía mientras yo pasaba 5 largos e incomodos minutos “rehaciendo café” y viendo como J.G. acomodaba sus cosas. El episodio del barco pesquero no fue el mejor despertador que hemos tenido.

La despedida fue rápida y austera, todos querían volver a la cama a reponer las horas de sueño perdidas anteriormente.

Al mediodía nos pusimos de acuerdo para las actividades del día, en resumen: no habría paseo al glaciar sin haber limpiado meticulosamente el barco.

-Pero, y si limpiamos otro día? Hoy hay sol, no hay viento, el día es perfecto!

-Nein, Non, Nel.

Limpieza, limpieza, limpieza, por aquí y por allá… lairalaira….

Dos horas después todos estábamos listos para ir a caminar hacia la desembocadura del glaciar. Bueno no todos, Ghislain y Daniel se quedaron buscando una fuga de electricidad en el barco lo que lamentaron al final del día pues no encontraron nada.

No conté el número de perros de trineo que vimos al pasar pero el estruendo de sus aullidos al vernos pasar me hacía sospechar que no habían comido aún por lo que antes de acercarme a ellos primero comprobé que estuvieran amarrados y, claro, la longitud de su cadena. Ternurita de animal los cachorritos groenlandeses, a ellos si nos le podíamos acercar porque supuestamente antes de los 6 meses no son capaces de hacer mucho daño…

Nos esperábamos un camino mucho más largo antes de llegar a esta salida de icebergópolis. La magnitud de estos bloques de hielo era tal que podía imaginar encima de alguno a Ciudad Bugambilias, puede que exagere, más bien del Hiperama a Azaleas, es complejo comparar tales lugares cuando cada uno tiene diferente magnitud de sentimiento. Frente a mi hay muchos icebergs, pero en especial está una impactante plataforma de hielo, ligada en sus bordes y plana en la superficie de tal manera que te invita a imaginarla como una isla desierta que desciende con una doble cara sumergida bajo la translúcida agua torniazul. Yo lo veía así, mientras otros lo imaginaban como una pista de snowboard, se preguntaban si el impacto sería fuerte al caer al agua desde esa altura…. En fin, un espectáculo natural para los ojos, claro, con lentes de sol para que el reflejo no te cale.

Aprovechamos de las banquitas para hacer una pausa en el mirador, comer frutas secas, galletas y un charquito de agua para pasarlas. No nos podemos ir sin una foto de grupo, al menos eso pensé…. Ándenle, vengan a la foto, júntense todos, hagan buena cara y sonrían. Me hacía como si si supiera tomar fotos y les decía más adelante, a la izquierda, tú agáchate, tú voltea y mientras yo me hacía para atrás porque quería absolutamente todo el espectacular panorama en mi foto: los icebergs, las gaviotas, el mar, la costa y las particulares montañas delineadas de nieve de la isla Disko (al oeste de Illulisat). 1..2…3… Tequila!! Click… Woow, una ballena salta justo a la apertura del lente para inmortalizar este momento! Desafortunadamente esto solo pasó en mi mente, hubiese sido demasiado perfecto.

De regreso, como Dorothy, tomamos el camino amarillo en el cual escuchamos a algunos pajarillos que hacían música con sus silbidos. Tairalaira.. taralairala… Pasamos a lado del cementerio, una entrada en arco blanca, cruces blancas en la nieve blanca rodeadas de una “reja” (le doy 30cm de altura) blanca y un basurero café. Y de nuevo cruzamos el campo de perros, ahora más tranquilos, después de haber comido algunos kilos de pescado.

Y para cerrar con broche de oro, saciamos nuestro apetito cenando musk ox! ¿Qué es eso? Es un bovino, como un toro pues, más fornido, pachoncito y peludo; con cuernos curveados como peinados de librito. Decidimos dar un descanso a la cocinera e ir a darnos un gustito al Illuliaq Café-Restaurant. Todos pidieron hamburguesa de musk ox, pero yo quise fusionar sabores y preferí un platillo de musk ox a la salsa tailandesa =) … Delicioso! El muskox es como comer res pero con un saborcito más fuertecito. Ilulisat, te dejamos y volvemos en una semana…. Seguiremos navegando a los alrededores en busca de buena visibilidad para los buzos.